Con baile y emoción, Ever Hugo Almeida celebra el histórico triunfo de Mushuc Runa en tierras argentinas

Con baile y emoción, Ever Hugo Almeida celebra el histórico triunfo de Mushuc Runa en tierras argentinas

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La noche del fútbol sudamericano vivió un capítulo inolvidable en Santa Fe. El modesto pero aguerrido Mushuc Runa de Ecuador dio la sorpresa al vencer 1-0 a Unión de Argentina por la Copa Sudamericana, y el protagonista más comentado no fue solo el goleador Elián Caicedo, sino también su entrenador, Ever Hugo Almeida, quien desató la euforia con un emotivo y sorpresivo baile tras el pitazo final.

El equipo del “Ponchito” logró un resultado trascendental en el estadio 15 de Abril, gracias a un tanto en tiempo de descuento del primer tiempo. La anotación, que llegó cuando más lo necesitaban, fue celebrada con el alma por un plantel que sigue haciendo historia en el torneo continental. Con esta victoria, Mushuc Runa suma 13 puntos y lidera su grupo, manteniéndose invicto en cinco presentaciones.

Pero más allá del resultado deportivo, las cámaras y las redes sociales capturaron un momento que ya es viral: el técnico paraguayo de 76 años bailando entre sus jugadores en el vestuario, con la sonrisa de quien sabe que está escribiendo una página dorada. No fue una coreografía ensayada, fue la expresión más sincera de alegría, humildad y conexión con su grupo humano.

La victoria no fue sencilla. Unión dominó gran parte del encuentro, con más posesión de balón y numerosas llegadas, pero se estrelló con una muralla defensiva bien plantada. Rodrigo Formento, arquero del club ecuatoriano, tuvo intervenciones clave para sostener el cero en su arco, mientras que la zaga central resistió con temple cada embestida del conjunto local.

Desde que Almeida asumió el mando técnico, Mushuc Runa ha experimentado una transformación silenciosa pero consistente. Ya no es solo el club indígena que sorprende por su origen o identidad; ahora es un contendiente serio en el escenario sudamericano, capaz de competir con dignidad y de igual a igual ante equipos con mayor historia o presupuesto.

El entrenador, que en algún momento fue tentado por Olimpia de Paraguay para regresar, ha reiterado su compromiso con el proyecto ecuatoriano. “Aquí encontré un grupo con hambre de gloria y una dirigencia que cree en el trabajo a largo plazo”, ha dicho en más de una ocasión. Esa lealtad se ve reflejada en la cancha y, por supuesto, en los vestuarios.

Mushuc Runa ahora se prepara para enfrentar a Palestino en la última fecha del grupo, con la posibilidad de sellar su pase directo a los octavos de final. El equipo no solo sueña: trabaja con humildad y constancia, bajo la dirección de un hombre que combina sabiduría táctica con una pasión inquebrantable por el fútbol.

El baile de Almeida quedará como uno de los momentos más humanos y auténticos de esta edición de la Sudamericana. Porque cuando un club pequeño logra algo grande, no solo gana un partido: gana el respeto de un continente.